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En el ámbito de la limpieza profesional, el decapante es un producto fundamental cuando se desea restaurar superficies, eliminar capas antiguas de ceras o preparar un pavimento para un nuevo tratamiento. A diferencia de los limpiadores convencionales, el decapante actúa de forma mucho más profunda y efectiva, penetrando en residuos difíciles como barnices, películas protectoras o suciedad incrustada.
En este artículo te explicamos qué es un decapante, cuánto tiempo debe actuar, cuándo conviene utilizarlo y qué aspectos debes tener en cuenta para obtener un resultado profesional y duradero.
¿Qué es un decapante y para qué se utiliza?
Un decapante es un producto químico formulado para eliminar restos de ceras metalizadas, barnices, capas protectoras y suciedad persistente de suelos y superficies duras. Resulta especialmente útil en tareas de mantenimiento intensivo, restauración o preparación de superficies antes de aplicar nuevos tratamientos como ceras, abrillantadores o selladores.
Se utiliza habitualmente en:
- Suelos de mármol, terrazo, gres, PVC o linóleo
- Entornos con alto tránsito (hospitales, centros comerciales, instalaciones deportivas)
- Procesos de limpieza técnica o restauración de pavimentos deteriorados
Cuándo y cómo aplicar un decapante de forma segura
El uso de un decapante está recomendado cuando el suelo presenta un aspecto opaco, pegajoso o cuando las capas acumuladas de productos anteriores dificultan una limpieza eficaz. También es imprescindible antes de aplicar una nueva cera o tratamiento protector, para asegurar una correcta adhesión y durabilidad del producto.
El proceso de decapado debe seguir una serie de pautas técnicas básicas:
- Leer siempre la ficha técnica del producto antes de su aplicación
- Aplicar de forma uniforme y respetar el tiempo de actuación recomendado (normalmente entre 5 y 15 minutos)
- Evitar que el producto se seque sobre la superficie
- Utilizar maquinaria profesional, como fregadoras automáticas o rotativas, para optimizar el resultado
- Aclarar correctamente antes de aplicar cualquier tratamiento posterior
Tipos de decapantes según el uso y la superficie
En Dibosch disponemos de una gama completa de decapantes adaptados a diferentes niveles de suciedad y tipos de superficies. Según su formulación y contexto de uso, distinguimos principalmente:
- Decapantes alcalinos: eliminan capas gruesas y resistentes. Ideales en entornos industriales.
- Decapantes neutros: recomendados para superficies delicadas o sometidas a limpieza frecuente.
- Decapantes sin enjuague: pensados para espacios donde se requiere rapidez y no es posible realizar un aclarado posterior.
Todos nuestros productos han sido seleccionados por su eficacia, su compatibilidad con maquinaria profesional y su seguridad en el uso diario.
¿Decapar o pulir? Cómo elegir la mejor opción
En algunos casos puede surgir la duda entre decapar o pulir una superficie. Aunque ambos procesos tienen como objetivo restaurar el pavimento, son técnicas muy distintas.
Decapar es una acción química menos invasiva, recomendada para la mayoría de situaciones. Permite conservar la integridad del material y realizar intervenciones regulares sin desgastarlo mecánicamente.
Pulir o lijar, en cambio, implica un desgaste físico de la superficie. Se trata de una opción más agresiva, indicada solo cuando existe un deterioro profundo o es necesario eliminar capas muy antiguas o irregularidades físicas visibles.
Soluciones técnicas y asesoramiento desde Dibosch
Con más de 30 años de experiencia, en Dibosch conocemos a fondo las necesidades de los profesionales de la limpieza y el mantenimiento. Por ello, ofrecemos decapantes testados y altamente eficaces, formulados para optimizar tiempos y garantizar resultados, además de un servicio de asesoramiento técnico personalizado.
Si necesitas mejorar el rendimiento de tu limpieza técnica, reducir esfuerzos o garantizar un acabado profesional, nuestro equipo está a tu disposición para ofrecerte una solución eficaz, segura y adaptada a cada tipo de suelo.