Está demostrado que con buena higiene de manos evitamos la propagación de enfermedades gastrointestinales, respiratorias e intoxicaciones alimentarias en general. Por este motivo es tan importante crear espacios de trabajo saludables y fomentar unos buenos hábitos de higiene a los jóvenes desde pequeños.
En escuelas y guarderías, a menudo los alumnos trabajan con las manos ; comparten objetos; juegan con arena o simplemente se frotan una herida o se ponen los dedos en la boca. Esto hace que las manos concentren gran cantidad de suciedad y microbios y que supongan una zona de peligro de contagios.
Convertir en una rutina el acto de lavarse las manos antes de comer o manipular alimentos y, por supuesto, después de ir al servicio, es la mejor manera de inculcar a los niños un hábito de higiene que los protegerá durante toda su vida.
Cómo lavarnos las manos:
1 . Mojar las manos. Utilizar preferiblemente agua templada.
2. Frotar enérgicamente las manos con jabón durante unos 15 segundos.
3. Asegurarnos la correcta limpieza entre los dedos, muñecas y, muy importante, debajo de las uñas, ayudándonos de un cepillo.
4. Aclarar correctamente las manos debajo del agua para retirar totalmente los restos de jabón.
5. Secar las manos bien con toallitas de papel desechables. Cerrar el grifo con la misma toallita.
¿Lavar o desinfectar las manos?
No es lo mismo lavar que desinfectar las manos. En ámbitos profesionales y, especialmente con niños o ancianos, es recomendable utilizar jabones especiales con cierto poder desinfectante para evitar contagios o contaminación cruzada.
Lavado de manos Antiséptico. Desinfectantes más prácticos.
El uso de líquidos desinfectantes que no necesitan aclarado constituye una eficaz alternativa para los comedores colectivos o zonas donde la limpieza de las manos puede convertirse en una tarea complicada de controlar.
La principal ventaja es su eficacia y rapidez, ya que en pocos segundos desinfecta y se seca solo. Elimina los microorganismos patógenos y permite la higiene de manos en cualquier situación y sitio. Pero hay que tener presente, que no se puede utilizar si tenemos restos de suciedad en nuestras manos.
*Desinfectantes autorizados por la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios. Aptos para situaciones que requieren acciones preventivas.
Cómo aplicar un antiséptico:
1. Aplique 3 ml de solución a la palma de las manos limpias y secas.
2. Friccione las manos durante un mínimo de 30 segundos: cubra todas las superficies de las manos, incluyendo los dedos, hasta que estén secas. Las manos deben dejarse secar por sí mismas.
Soluciones y sistemas para las escuelas
Dispensadores de papel desechables para evitar la contaminación cruzada. Con sistema de ahorro para favorecer el consumo responsable de celulosa y un abaratamiento de costes.
*Para las guarderías existen en el mercado toallitas de papel que al mojarlas se transforman con toallitas húmedas y las cuales pueden ser muy útiles y prácticas para limpiezas puntuales de manos y/o superficies.
Dispensadores de jabón o desinfectantes alcohólicos. La ventaja de estos aparatos es que pueden dosificar el jabón o desinfectante de forma automática rápida y cómoda.
En Dibosch somos expertos en productos y sistemas para dar respuesta a todas sus necesidades.
Por este motivo, evaluamos de primera mano las instalaciones para detectar las necesidades y así ofrecer la mejor solución; con productos y sistemas adecuados para ahorrar y controlar los costes.
Fuente de información:
Organización Mundial de la Salud – OMS
Generalitat de Catalunya – Gencat