Un estudio reciente demuestra que la forma y la tipología de producto que utilizamos al lavarnos las manos tiene un impacto directo a la frecuencia con la que enfermamos.
Según un estudio publicado en la revista Pediatrics . Investigadores españoles demostraron que los niños que utilizaban desinfectante de manos en lugar de agua y jabón, reducían sus días de enfermedad, sufrían menos infecciones respiratorias y usaban menos prescripciones de antibióticos.
«Lavarse las manos como una forma de prevenir infecciones ya no es una noticia nueva. Ahora estamos prestando más atención a que no se trata sólo de lavarse las manos, sino de cómo se lavan las manos». Janet Haas, directora de epidemiología del Hospital Lenox Hill en Nueva York.
La muestra del estudio era de 911 niños pequeños (hasta 3 años) de 24 guarderías diferentes de la provincia de Almería.
Para la realización del estudio se dividieron a los niños, sus familias y su guardería en tres grupos:
1. El primer grupo utilizaba desinfectante de manos para limpiarse las manos.
2. La segunda muestra utilizaba agua y jabón con estrictos protocolos.
3. Y el tercero era un grupo de control que seguía sus rutinas habituales de lavado de manos.
El Estudio duró 8 meses, durante los cuales el grupo de desinfectante de manos registraba un 3.25% de días de cuidado diurno perdidos. El grupo de agua y jabón perdió un 3.9%. El grupo que siguió a su rutina habitual de lavado de manos perdió un 4.2%.
El estudio demostró las ventajas de incluir un desinfectante en el lavado de manos. El grupo que utilizaban desinfectante de manos registraron una disminución del 23% en las infecciones respiratorias entre los estudiantes, en comparación con los del grupo de control que seguían las pautas habituales de higiene de manos.
El estudio también concluyó que el grupo que utilizaba agua y jabón tenía un 21% más de riesgo de contraer una infección respiratoria y un 3% más alto de prescripción de antibióticos que los niños que utilizaron desinfectante de manos.
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